lunes, 23 de julio de 2012

Cap. 21 Hay cosas que no sabes sobre mi!

-Jessica, se puede saber que diablos estas haciendo?- pregunto Alice muy enojada.
-Yo…Yo no se, no tengo la menor idea me de llevar.- dije muy confundida.
-Jessie tu tienes novio, puedes decidir con quien quedarte por favor?
-Si, te prometo que lo hare.
-Esta bien, pequeña.
-Oigan, perdón que interrumpa pero… Iremos al juego?-pregunto Tanya.
-Juego? que juego?- pregunte confundida.
-Edward, Daniel, Carmen, Kate y Eleazar. fueron a jugar fútbol y probablemente necesiten a mas jugadores.
Salimos de la casa de Tanya, no sin antes ponemos ropa deportiva. Daniel y yo en el bosque: quizá no era la definición, mas apropiada de una cita romántica, pero casi lo preferiría así, pues no se parecía a nada de lo que había hecho antes. Compartir el picnic mientras Daniel me servía un chocolate blanco perfecto, reírse de algunos cuantos chistes. Llegamos al bosque donde todos estaban reunidos en grupos. Voltee a ver a Edward y me estaba fulminando con la mirada. Daniel por otro lado…
Lo observe, estaba solo en una esquina mas allá corriendo y el me guiño un ojo antes de ponerse a jugar. Odiaba tener que admitirlo, pero era la verdad. Daniel estaba interesado en mi. Era evidente que yo le gustaba. Melanie no habría podido dejar de proclamar que era obvio.
Quería llamar a Mel en ese mismo instante, salir corriendo del bosque y dejar el juego para otro momento. Hablar de Jared era la forma mas rápida- quizá la única- de quitarme a Daniel de la cabeza. Pero, que se supone que le diría?
-¡Cuidado!- grito alguien.
Odiaba esa advertencia, pues yo ejercía una extraña atracción sobre todo tipo de material deportivo. Hice una mueca y miré hacia le sol, pero no pude ver nada ni tuve suficiente tiempo para cubrirme la cara antes de que sintiera un golpetazo en un lado de la cabeza y oyera un sonoro ¨Pong¨ en mis oídos. Aaah.
La pelota de fútbol de Eleazar.
-¡Buen tiro!- grito Eleazar cuando la pelota reboto directo hacia el. Como si hubiese sido su intención. Me frote la frente y di unos pasos, tambaleándome.
Una mano me sujeto por la muñeca, y una oleada de calor me obligó a contener la respiración. Cuando baje la viste vi que unos dedos blanquecinos rodeaban mi brazo, alce la vista y me encontré con los ojos acaramelados de Edward.
-¿Estas bien?- me pregunto. Cuando asentí, el enarcó una ceja- si, quieres jugar al fútbol, sólo tenías que decirlo. Me habría gustado explicarte algunas cuestiones clave del juego, por ejemplo cómo la mayoría de la gente usa partes menos delicadas de su cuerpo para devolver un pase.
Me soltó la muñeca, y pensé que iba a pasarme la mano por la zona donde había recibido el golpe, fue en ese momento cuando me di cuenta de que Edward se estaba burlando de mi.
¿Y porque no iba a hacerlo? Lo mas probable era que tuviera la marca de una pelota de fútbol impresa en la mejilla.
El me miro con extrañeza.
-Quizá el golpe ha sido mas fuerte de lo que me imaginaba- dijo- Ven, vamos a dar un paseo para que te de aire.
Intente buscarle la gracia a aquel último comentario sarcástico de Edward. ¿ Me estaba diciendo que era una cabeza hueca y que por eso necesitaba mas aire? No, eso no tenía sentido, lo miré ¿Cómo lograba parecer siempre tan sincero? Justo ahora que ya me estaba acostumbrando a los ¨desordenes Cullen¨
-¿A dónde? - pregunte con cautela, pues en ese momento resultaba demasiado fácil sentirme contenta por el hecho de que quisiera ir conmigo a alguna parte. Tenía que haber gato encerrado.
Edward se limitó a entrecerrar los ojos en dirección a Daniel que estaba al otro lado del campo.
-A algún lugar donde no nos observen.
Dejé que Edward me guiara ante la mirada escrutadora de Daniel. Llegamos a un bosquecillo de hermosos robles retorcidos que nunca hubiera imaginado encontrarme en aquel paraje. Edward miró atrás para asegurarse que lo seguía, y yo le sonreí, como si ír detrás de el fuera algo natural. Nos estábamos adentrando en el bosque frondoso, donde la oscuridad bajo el follaje, solo se veía interrumpido aquí y allá por algunos rayos de sol. El intenso olor a barro frío y húmedo llenaba el aire, y de repente supe que había agua cerca.
-Hay un claro en el bosque allí arriba- dijo Edward.
Cuando llegamos me quede sin aliento. Algo había cambiado mientras Edward y yo caminábamos por el bosque, algo mas que la mera distancia que nos separaba. Porque cuando salimos de debajo de los árboles y subimos hasta aquella roca, era como si estuviéramos en medio de una postal, de esas que se venden en los quioscos. Cada color que veía era brillante, mas reluciente de lo que parecía sólo un momento antes, desde el lago azul cristalino que había a mis pies hasta el bosque esmeralda que nos rodeaba. Dos gaviotas volaban surcando el cielo nítido. Cuando me puse de puntillas, pude ver el comienzo del pardo saladar que sabía que más adelante daría paso a la espuma blanca del océano, en algún lugar mas allá del horizonte invisible.
Miré a Edward. El también brillaba. La luz le volvía la piel plateada y sus ojos parecían caramelos. Volteo a verme.
-¿Qué te parece?- Preguntó. En ese momento alejados de todos, parecía mucho mas relajado.
-Nunca he visto nada tan maravilloso- dije, observando la superficie pristina del lago y sintiendo la necesidad de sumergirme. Había una roca enorme cubierta de musgo que sobresalía unos veinte metros del agua.- Que es eso?
-Te lo voy a enseñar- respondió y se quitó los zapatos, intente no mirar (sin éxito) cuando se quitó la camiseta y dejó al descubierto su torso musculado.- vamos- me animo, lo cual hizo que me diera cuenta que me había quedado embobada- hacemos una carrera?
Yo sonreí. Antes que pudiera contestarle Edward ya tenía los brazos sobre la cabeza y estaba en el aire, arqueándose y cayendo, sumergiéndose en el lago con un salto sobrio y perfecto. Había sido de una elegancia inigualable. Me quite los zapatos y el pantalón, los deje bajo un magnolio, junto a los de Edward y me quede al borde del peñasco. Había una caída de unos siete metros, el tipo de salto que te daba un vuelco al corazón. Pero un buen vuelco. Un segundo después la cabeza de Edward salió a la superficie. Sonreía, abriéndose paso en el agua.
-¡No hagas que cambie de opinión sobre la carrera!- gritó.
Inspire hondo, apunte con los dedos por encima de la cabeza de Edward e hice el salto del ángel. La caída dura una fracción de segundos, pero descender y descender por el aire me pareció la sensación más deliciosa de cuantas había experimentado. Choafff. Al principio me impactó el agua fría, pero un instante después la temperatura ya me resultaba ideal salí a la superficie para tomar aire, mire a Edward y empecé a nadar estilo mariposa.
-Alcánzame si puedes!- le grite a Edward riendo.
Edward empezó a nadar, ambos sabíamos que yo era más rápida. Así que empecé a bajar la velocidad y cada vez Edward me fue ganando mas terreno, hasta que tocó la roca con la mano un segundo antes que yo.
-No fue justo!- grite para que no notara el engaño.
-Claro que no lo fue! me dejaste ganar- dijo Edward ofendido.
-Claro que no! simplemente yo me trabe en una brazada y ahí agarraste ventaja.
-Si claro! sabes que no te creo, verdad?
Subimos a la roca y nos sentamos, bueno mas bien Edward estaba tendido boca arriba. Los 2 subimos la cabeza para poder ver el cielo.
-Así que dejaste a Jared por Daniel?- pregunto Edward como quien no quiere la cosa.
-Perdona? Claro que no! quien te ha dicho semejante mentira?- pregunte un poco ofendida.
-Nadie.
-Entonces?
-Yo solito me he dado cuenta. Además que gran beso el que le diste.
-Para tu información fue él, el que me besó, además no es de tu incumbencia.
-Cierto.
Pasaron demasiados minutos sin que ninguno de los dos dijera algo. Los dos seguíamos viendo las formas que tomaban las nubes, como un par de infantiles.
-Estas enfadada?- dijo Edward rompiendo el silencio.
-Claro que no!
-Tengo curiosidad, que clase de criatura eres?
-Ya te he respondido eso!
-Pero no me lo has explicado.
-No puedo explicarlo, ni siquiera yo se que soy.
Un recuerdo vino a mi. Mi padre y yo acostados en mi cama antes de dormir, mi padre sobándome la cabeza para que pudiera dormir, yo preguntándole porque era diferente a mis hermanos y mi padre tratando de buscar algunas palabras para poder explicarme mi rara naturaleza.
-Mi padre decía que era una especié de demonio, pero que mis sentimientos eran muy nobles para ser demonio completo, así que mi padre solía decir que era una especié de ángel y demonio, que ironía no?
-Que interesante! Puedes volar como un ángel o demonio o lo que sea que seas?
-Hay tantas cosas que no sabes sobre mi.
-Eso es un si, vas a enseñarme?
-Algún día tal vez¡
Antes de que Edward me respondiera algo, Alice nos interrumpió.
-Edward, Jessie! Vengan!- grito Alice.
Suspire.
-Ya vamos!- grite.
Edward y yo saltamos al mismo tiempo y empezamos a nadar de regreso a la orilla.
-Ahí estas Edward te he estado buscando- dijo Tanya.
-Hola!- me dijo Daniel- Te traje una toalla.
Me puso una toalla alrededor del cuerpo y me tendió otra para que pudiera secarme el pelo.
-Nos vamos de aquí?- me pregunto Daniel.
Yo no sabía como decirle que no, que no podía, aunque muy dentro de mi tenía unas ganas de irme a cualquier parte con el, no podía porque yo tenía novio y lo quería.
-Ah…Yo…Es que- empecé a balbucear como una tarada.
-Daniel te molesta que me lleve a Jessica?- pregunto Tanya al tiempo que me agarraba de la mano.
-Humm supongo que no- dijo Daniel un poco molesto.
Tanya me jalo de la mano y me llevó a un parque cerca de su casa. Ufff! salvado por la vampira.
-Te pasa algo Tanya?-pregunte un poco preocupada,
-No me pasa nada, porque?- pregunto muy a la defensiva.
-Es que me pareció muy extraño que me trajeras acá, solas tu y yo.
-Bueno Jessica somos amigas.
-Cierto.
-Y bueno que tal te fue con Edward?
Ya estaba entendiendo a dónde quería llegar.
-Humm muy divertido, si es que a eso te refieres.
-Oh vamos! Sabes a lo que realmente me refiero.
-No, la verdad es que no lo se Tanya.
-Te gusta?
-Quien? Edward? Claro que no!
-Estas segura?
-Claro que lo estoy, por quien me tomas? Tengo novio! y realmente lo quiero.
-Si lo se, perdona, es que pensé que entre Uds.…
-No, por supuesto que no! el y yo somos como familia, bueno aunque no nos llevemos pero… Como sea, a ti te gusta?
-No.- dijo Tanya rápidamente, nerviosa.
-Vamos Tanya, sabes que no me engañas.
-Hay Jessie, la verdad, estoy enamorada de el, realmente lo quiero.
-Eso es muy tierno Tanya, y ya se lo hiciste saber?
-Claro que si.
-Y bueno, que paso?
-Me rechazo.- dijo Tanya con tristeza.
-Bueno ya sabes lo que paso con Bella, dale tiempo.
-Lo que siento por el se lo hice saber mucho antes de que supiera sobre Bella. Pero es que cada vez que lo veo, me enamoro aún más. No sabes el alivió que sentí cuando terminó con Bella. No me malinterpretes, no tenía nada en contra de ella, pero es que yo realmente lo quiero.
En ese momento presentí la presencia de alguien más y voltee a ver. Edward estaba recostado en uno de los arboles. Saber cuanto tiempo llevaba ahí.
-Ah, Edward- dijo Tanya nerviosa.
-Tanya.
-Cuanto tiempo llevas ahí?-pregunto Tanya con miedo.
-No mucho, solo vine a traerte Jessica.
-Si claro- dijo Tanya aún nerviosa.
De lo interesante que me había parecido la platica no me había dado tiempo de sentarme. Me acerque hacía dónde se encontraba Edward.
-Para que vienes por mi?- pregunte confusa.
-Es tiempo de volver a casa.
Casa. Ya me había olvidado que realmente no estaba en mi hogar. Antes de darnos la vuelta para regresar por el sendero, Tanya se despidió de Edward abrazándolo y depositándole un pequeño beso en la mejilla con tanta ternura, ahora que ya sabía lo que realmente sentía Tanya por el, estando ellos juntos podía sentirse cierta tensión. Cuando terminaron los besos y abrazos Edward le pregunto a Tanya si se iba a regresar con nosotros pero ella decidió quedarse un poco más en el parque, entonces me acerque a ella y me despedí y así empezamos a regresar por el sendero. Le estaba va de dar vueltas a todo el asunto y no me podía quedar con la duda.
-Edward en serio, cuanto tiempo llevabas en el parque?- pregunte con duda.
Voltio a verme y me vio directo a los ojos.
-Hace mucho tiempo- dijo sin pensarlo.
-O sea, escuchaste todo lo que dijo Tanya?
-Si.
-Pero como fue que no te sentí?
Edward sonrío de lado.
-Hay cosas que no sabes sobre mi, Jessica.


Bueno niñas lindas acá esta el cap. Creo que no esta muy interesante pero este será el que marcara los demás! tengo nuevas ideas sobre los demás capítulos y estoy segura que los van a disfrutar tanto como yo :) las quiero!
Una frase en adelanto sobre los demás capítulos: ¨Nada es lo que parece¨.