Cap. 20 Los nunca siempre llegan!

-Tanya, por favor, basta de hablar estupideces-dijo Edward enfadado
-Por favor Edward solo tengo curiosidad.
-Quieres la verdad?
-Oh, si, duh.
-La verdad es que no, no siento nada por ella, para mi ella es una chiquilla inmadura, no siento agrado por ella, pero en algo tienes razón, no la veo igual a Bella porque a Bella la quise y aun la sigo queriendo y a Jessica…Por ella no siento nada, la traje para aca porque entiendo que esta pasando un mal momento pero es lo único, te quedo claro?
-Edward ella es solo un año menor que tu.
-Si, pero parece que fuera una década menor que yo.
-Que exagerado!
-Es la verdad Tanya, se que no me crees, pero es la verdad, no puedo ver a nadie mas, sabes?
-Te agarro fuerte lo de Bella no es así?
-Supongo que si, realmente la quería y nunca pensé que me fuera a dejar.
-Sabes? Una vez escuche `Los nunca siempre llegan'.
-Pensé que eso no me iba a ocurrir, pensé que Bella sentía algo muy fuerte por mi, pero estaba en un gran error y todo por esa estúpida decisión que tome, si no me hubiera alejado de ella, si no la hubiera dejado con Jacob, esto no estaría pasando.
-Bueno Edward, pero eso paso porque…
-Ahorrate tus palabras, ya escuche tus pensamientos mejor ya no hablemos de esto.
Después de esto ya no pude escuchar nada. Me levante algo desorientada, no estaba segura si lo que acababa de escuchar era un sueño o si a caso había pasado en la vida real. Que raro! Deseaba saber si todo había sido un sueño, pero… Me llegaba un ligero olor o mejor dicho 2 olores, recientes y eran de… No había sido un sueño, todo había sido real y yo… Yo lo sabia, Edward me odiaba, pero no entendía que es lo que realmente le había hecho. Alguien se acercaba
-Hola, Jessica! Soy Daniel, puedo pasar?
-Pasa Daniel.
-Como estas?
-Bien gracias y tu?
-Ahora, muy bien- dijo Daniel guiñándome un ojo.
-Que te trae por acá? Puedo ayudarte con algo?
-Pasaba para ver si querías salir conmigo a dar un paseo.
-Por supuesto, me encantaría.
-Te llevare a un lugar que te gustara.
Antes de salir de la casa me tope con Tanya y Edward.
-A donde vas Jessica?-pregunto Edward.
-Saldré- dije como quien no quiere la cosa.
-A donde? Y con quien?
-Tranquilo padre, a la dulcera o a la jugueteria con Daniel.
-A la dulcera? Jugueteria?-pregunto Edward muy confundido.
-Si, Edward, ya que soy una inmadura.
Cuando dije esto, Tanya me vio con ojos como platos y Edward mostró un gesto nervioso pero después se le compuso el rostro. Agarre la mano de Daniel, lo jale y pasamos a un lado de Edward y solo así pudimos salir. Al salir ya no era yo la que lo llevaba, ahora era el, el que me llevaba arrastrada. Me llevo al corazón de el bosque cerca de la casa. El bosque estaba muy lindo, lleno de flores silvestre y animales, con el sol alumbrado felizmente es esa pequeña parte del bosque.
-Wow! Daniel esta increíble-dije muy sorprendida.
-En serio, te gusta?
-Si, muchísimo.
-Que bueno, era lo que esperaba-dijo muy complacida.
Entonces saco una canasta, no me había percatado que la traía.
-Que traes ahí?- pregunte curiosa.
-Haremos un picnic!
Daniel extendió un mantel azul sobre la grama y puso su canasta sobre el, de la canasta saco un gran termo, pan, pechuga de pollo y galletas.
-Que te parece?- pregunto emocionada.
-Todo se ve delicioso.
-Para tomar prepare chocolate blanco caliente, para comer sándwiches de pechuga de pollo y galletas de avena con chispas de chocolate.
Daniel te luciste, que rico! El chocolate es mi favorito.
-Lo se.
-Como?
-Lo adivine.
Empece a agarrar de todo un poco, hum todo estaba realmente delicioso.
-Todo eso lo preparaste para mi? O planeabas invitar a alguien mas?
-Alguien mas?-Daniel rió- Apenas puedo recordar mi triste vida antes de ti.
Le dirigí una mirada ligeramente aviesa para que supiera que el comentario me había parecido muy malo…Y solo un poquito halagador. Me recosté, apoye los codos en el mantel y cruce las piernas a la altura de los tobillos. Daniel estaba sentado con las piernas cruzadas frente a mi y cuando alargo el brazo para agarrar una rodaja de pan. Su brazo rozo mi rodilla y ya no la aparto. Me miro como diciendo << No pasa nada, verdad?>>.
Como yo ni parpadee, se quedo tal y como estaba, tomo la rodaja de pan y uso mi pierna como si fuera un tablero mientras untaba un pedazo de pechuga de pollo sobre el pedazo de pan. Me gusto la sensación de aquel peso, y con el frió que hacia eso significaba algo.
-Te responderé lo que me preguntaste-dijo incorporándose- Me encanta cocinar, cuando era humano estudie para chef. Tanya me contó que tu no eras como nosotros que tu si comes `comida normal' así que quise sorprenderte.
Antes que pudiera contestarle algo, Daniel les dio la vuelta a sus muñecas y pude ver decenas de pequeñas cicatrices en los antebrazos, no pude resistir pasar los dedos sobre las mordeduras blancas e hinchadas que se difuminaban sobre su piel aun mas pálida. Antes que me pudiera sentir avergonzada por mi atrevimiento y retirara la mano, Daniel me la agarro y la estrecho, observe mis dedos entre los de Daniel, su piel era tan llamativa, tan perceptible, casi metálica. Me temblaron un poco los hombros y me sentí un poco mareada.
-¿Tienes frió?- me pregunto Daniel con voz tranquila.
Cuando ambos nos miramos a los ojos, supe que el sabia que no era por el frió. Daniel se acerco mas, y su voz se hizo un susurro.
-¿Supongo que ahora querrán que admita que he estado esperando este momento desde la primera vez que te vi?
En ese momento me hubiera puesto a juguetear con los pétalos de las flores, si no se hubieran quedado pelonas por el frió.
-Y por eso has ideado todo ese picnic romántico, en un bosque?
-Eh- me paso un dedo por el labio inferior- eres tu la que ha sacado lo del romanticismo.
Me eche atrás. El tenia razón, era yo la que me había lanzado. Sentí como me ardían las mejillas mientras intentaba no pensar en Jared.
-Es broma- dijo, y sacudió la cabeza al observar que me había sonrojado por la vergüenza- como si no fuera evidente- contemplo un buitre que sobrevolaba en círculos un enorme árbol- se que esto no es el Edén- dijo, y me dio una galleta- pero tengo que decir en mi favor que tampoco es que haya mucho con que sorprender en este lugar.
Se estaba quedando corto.
-Tal como yo lo veo- prosiguió Daniel, recostándose en la manta- el lugar no tiene importancia.
Daniel se quito los lentes de sol y pude contemplar aquellos ojos claros que irradiaban tanta confianza.
-Empiezo a pensar que eres un poco raro- dije finalmente, esbozando una leve sonrisa.
-Pues piensa en todo lo que aun te queda por saber- repuso, acercándose aun mas. Mas de lo que esperaba. Alargo la mano y me acaricio el cabello. Me puse tensa.
Daniel era guapísimo y misterioso. Lo que no lograba comprender era porque de alguna forma seguía sintiéndome cómoda cuando debería estar alejándome- por mi novio- Quería estar justo donde estaba. No podía apartar la mirada de sus labios, que eran carnosos y rosados, y que cada vez estaban mas cerca, produciéndome cierta sensación de vértigo. El hombro de Daniel me rozo, y me hizo sentir un extraño escalofrió. Capte el instante en que Daniel abrió los labios y cerrando los ojos, y por fin sus labios tocaron los míos, con delicadeza, un beso caluroso.
-Aquí están!- una voz cantarina me saco de mi ensueño.
Suspire exasperada y desvié mi atención hacia Alice, que plantada frente a nosotros, deslumbrante como siempre, sonreía completamente inconsciente de la interrupción.
-Los he buscado por todas partes.
-¿Y porque diablos lo has hecho?- le espeto Daniel, fulminándola con la mirada.
-El bosque ha sido el ultimo lugar en el que he pensado- siguió parloteando sin dejar de contar con sus diminutos dedos- Busque en sus habitaciones, debajo de las gradas, y también en…
-¿Que quieres Alice?- la interrumpió Daniel, como si fuera su hermano mayor, como si se conocieran desde hacia mucho tiempo.
Alice parpadeo y luego se mordió el labio.
-Es por Jessica- dijo al final, chasqueando los dedos- Estaba muy preocupada por ella, en cuanto supe que estabas acá en Denali, vine corriendo.
Alice debió de presentir que estaba interrumpiendo algo, pero se quedo allí de pie, parpadeando con sus ojos de cordero, jugueteando con sus deditos.
- Vamos ya- nos exharto, extendiendo las manos para ayudarnos a levantarnos- volvamos a la casa.

Aqui esta el otro cap. :) espero que les guste! las quiero.
Btw: A.S. me encantaria hablar contigo! si quiero tu ayuda porfavor!
con amor,
Mafer Medina